We’ve updated our Terms of Use to reflect our new entity name and address. You can review the changes here.
We’ve updated our Terms of Use. You can review the changes here.

Concierto en la Sala Zitarrosa

by Ezequiel Fascioli Sosa

/
  • Streaming + Download

    Includes unlimited streaming via the free Bandcamp app, plus high-quality download in MP3, FLAC and more.
    Purchasable with gift card

      $7 USD  or more

     

1.
Canción para preludiar el alba Quiero llegar a la raíz de mi existencia para entender el “por qué” de mis espinas y en una tarde de lluvia, por el campo, salir descalzo con las manos vacías. Andaré por los valles silenciosos aprendiendo la oración de la llovizna, compartiendo la alegría de los nidos cuando entonan su canto por la vida. ........................................................................ Cuando escampe, a mi regreso por el monte, endulzaré mi pena en las pitangas y serán las estrellas del ocaso los acordes de mi canto y mi guitarra. Quiero escuchar el latido de la noche entre los charcos y los pastos, junto a un grillo, cuando el viento al cruzar el horizonte traiga la voz y la canción de aquél amigo. ............................................................................ Volveré sobre los campos del pasado buscando aquél fogón siempre encendido; tal vez las coplas que canté en los inviernos sigan ardiendo a orillas de aquél río. Cuando el alba se trepe en lo oscuro besando a los caminos y al lucero, estaré en los surcos de las chacras sembrando el trigo de los pueblos y amasaré en el diapasón de mi guitarra el pan de mis ideas y mis versos!
2.
De las Taperas Mi senda es de silencios por las campañas… muy poco tiene el viento pa´ remediarla; taperas que a lo lejos son como ánimas... ¿Pa´ dónde fue la gente mi virgen santa? Igual fue pa´ mi abuelo -aunque tropeaba- también para otros viejos -buey y picana- Las leguas son de ausencia en estas pampas; patrón es el silencio, en las estancias. Huella de mi existencia -tiempo y distancias-; se me hace que es tapera la misma patria! Yo vivo en el sendero sólo con mi alma, develando el misterio de mi guitarra; voy juntando el olvido de varias razas, transformado en sonidos que hay en su caja. Y así es pa´ mi la vida: hay que encontrarla en el sol, en la tierra, semilla, y agua! Lo sencillo es el sueño de un pueblo paria, habiendo tanto campo y tan pocas marcas!
3.
Canción para un amanecer A Macarena. Viene saliendo el sol en los campos de tu tierra, alumbrando en Casupá, los ranchos, con sus pobrezas. Levantando el rocío de cada flor, en las praderas... y entibiará la vida en las plantas de las melgas, para que el pueblo amase su pan, y su leyenda: vos traerás la llovizna con las siembras... Mucho enseña tu paz, y tu dar sin recompensas. Tu sencillez alumbra en las noches, desde una estrella y con los grillos cantores cuidarás las haciendas... Déjanos decirte que ya eres Ingeniera, y abrirás las semillas por amor a tu tierra. Vos traerás la llovizna con las siembras...
4.
Canción para las raíces de un río I Uruguay, despierta en tus orillas la mañana más roja y vegetal; se levantan las almas que te habitan: el Charrúa, el Guaraní, aún están. Late un hacha -corazón del hombre- convirtiendo las picadas en pan; es el pobre que al margen de la tierra, asesina con dolor tu algarrobal. Al pasar, el sol ve la pobreza, el sudor arenero y pescador... y se va dorando las arenas de mi sueño de poeta: la canción que trascienda la nostalgia ribereña y revele tu tristeza, Uruguay...! se te van los “pájaros pintados”, y alucinan que en la aurora volverán. II Uruguay, río sonoro de montes que acarician las aguas, que van, encausando estrellas que en la noche son acordes de tu música fluvial. Si algún arpa llorando se escucha o en el aire se eleva un sapucai, la raíz de tus razas surge y lucha para verte libre al alba, Uruguay!
5.
Cisne negro Viene pintando octubre. Un airecito nuevo ronda por los potreros despeinando pirinchos... Es hora de alzar el poncho, y al galopito corto cruzar el horizonte siguiendo las bandadas de maragullones. Con mi caballo a veces nos vamos lejos por los cerros azules, por los esteros… Mi caballo es la estampa de un cisne negro; con los cascos apenas si toca el suelo. Yo soy apenas triste y apenas cierto; con mis coplas apenas si toco el cielo. Me gusta el trote largo, duro y parejo que repica en las ricas copas del freno. Me gusta el galopito bien comadrero, que hace brillar de antojos los ojos negros. Me gustan las muchachas de junto al viento, con resabios de luna, miel y silencio. Cuando al pasar los ranchos les tiro un beso, parece que lo buscan mirando al suelo. Y mirando se quedan cuando me alejo por los cerros azules, por los esteros… Mis pilchas son de plata, yo… soy de tiempo; mi caballo es la estampa de un cisne negro!
6.
Reencuentro Mire que duelen los campos al dir rumbiando pal´ norte cuando el sol, se va sangrando muriendo en el horizonte. Voy tras güellas olvidadas, guarecidas en los montes... las haciendas, alambradas, dende lejos me responden. Y me revelan los grillos donde la historia se esconde… y me duele el genocidio del indígena, en el norte! Se divisan de la senda ranchos de piedra y de adobe; para algunos la miseria y la ausencia, son folklore. Busco a un Pueblo que camina, y a un General sin galones: hubo un tiempo sin divisas y con tierra pa´ los pobres. Mis abuelos, me contaban que antiguas generaciones, vieron redonda la patria con guitarra en los fogones! Mire que duelen los campos, al dir rumbiando pal´ norte!
7.
Canción para un hombre de mi tierra A tu memoria Antonio; y a la de todos los hombres y mujeres que trabajan la tierra. Tuviste la tierra en las manos y aunque no era tuya, sino del patrón, por ella enfrentaste la vida cortando las melgas con una canción. Bandadas de pájaros libres cantaban con pena al verte de pión; tranqueando descalzo, en el surco, sembrando semillas que no eran pa´ vos. Las lluvias regaron los campos y tus ojos vieron todo aquél verdor: verdor de trigal... y esperanza para los galpones… pero no pa´ vos. Cien soles doraron hectáreas, la espiga madura al sol se inclinó; también se encorvó tu espalda hombreando bolsas, chorreando sudor! Aquél viejo arao de mansera que en domingos de oro dio vuelta el terrón, quedó en tu parcela pequeña, tapao de gramilla, como tu ilusión… Tu fiel compañera, ya sabe -junto a tus dos hijos- lo que es el amor: dejaste la vida en los surcos, el pan en la mesa, callando el dolor.
8.
Yo sé quien soy Caña de azúcar, caña de azúcar! ¿Porqué no endulzas el cañaveral? Amargo mar... Las hojas secas, las hojas secas... Las hojas secas del cañaveral, ardiendo están! Machete hermano, las cañas negras. Las cañas negras tendrás que voltear. Hay que cortar! Todo tiznado, negro y barcino, sudando a chorros como un animal. Yo sé quien soy! Me cae la sobra desde el sombrero. Me cae la sombra como un antifaz. Yo sé quien soy. Ay los riñones, que se me parten! Que se me parten! Por menos de un rial... Hay que cortar! Caña de azúcar, caña de azúcar! ¿Porqué no endulzas el cañaveral? Amargo mar... Machete hermano, mañana al alba, saldré temprano hacia el cañaveral; yo sé quien soy. Y si no vuelvo, caña de azúcar, machete hermano yo sé donde ir, mirá que sí!
9.
Ocupación I Soy de un Pueblo que es de tierra; sólo en ella ve la vida. Son de barro sus manos y los pies que al suelo pisan. Con el agua de sus ojos va moldeándose la arcilla de su destino, marcado por la Cruz del Sur, arriba! Soy de un Pueblo que es de tierra, y su tierra es prometida! En las negras noches, ronda alambraos de estancias gringas… La tierra pal´ que trabaja, ya lo dijo el viejo Artigas! Acá se regó con sangre de las razas negra e india! y hay cal de la estirpe gaucha sosteniendo las flechillas! II Siglo veintiuno asoma en América Latina, las cadenas del imperio se transforman: más dominan. Allá en los campos del norte la exclusión se agudiza; hay arados que se herrumbran en tierras improductivas… Por los senderos del alba hay gente que se organiza, fundando en un tiempo nuevo un lugar para la vida. III Una Bella Unión resurge, se levanta, piensa y grita! La miseria no se aguanta, ya no hay pan, ni se mendiga! La tierra que estaba sola, se la acampa y se conquista! IV Vuelve a ser nuestra la tierra! Ahora es dulce la llovizna! Pieses y manos de barro vienen junto a la semilla!! Soy de un Pueblo que es de tierra vuelta surcos, florecida!
10.
Canto a una niña Corazón con alas tienes una flor, como tu esperanza -siglos de opresión- Niña morenita, ¿dónde está tu mama? Trazas cuatro letras que te la reclaman. Firme es tu trazo –como tu mirada- sabés dónde duele lo que a ti te falta. Así no enseñás, con tu más pobreza, porque sabés dar aún en la miseria.
11.
Rancherío Si lo cruzás de lejos, sin tu mirada, el rancherío es solo montón de latas. Si confundís pañales con nubes blancas, sos ciego de la vida que crece y llama. Si solo ves basura junto a sus casas, ahí mismo estás vos con tus chatarras. Si no hablás con la gente de ésas ranchadas cruzarás por la vida sin descifrarla… Si apurás bien tu paso se vé a las claras que algo de más llevás, entre tus cargas. El rancherío es amigo de los que pasan y se llevan su barro en lo que calzan; de los que dan la mano, y en ella, el alma se agita por lo cierto y entonces canta! Pero no vayas a creer que todo está en calma: lo que le sobra a pocos, allí les falta. Que fácil convencerse a la distancia, que todo está en su sitio “como Dios manda”. ¿Aún no te preguntaste en tu ignorancia, por qué la indiferencia al hombre mata?! II Otra vez voy a decir, -“país de las vacas”- que acá, sobra la tierra donde la gente falta!
12.
Preludio para un “Más allá del Sur” Estás marcando el rumbo más cierto por donde se fugó el Pueblo extinto… por donde se fue Sepé -al galope- dejando al caer, su último grito. Ayer estuve en un horizonte de praderas reflexionando a orillas de los grillos, tirado entre los pastos sobre el poncho, conversando a solas en los abismos… Hoy, con una ciudad gris a la espalda y un cielo recortado de espejismos sé de un “más allá” de los tristes tachos donde hurgan sin fe, los excluidos. Aún es noche y muy joven el tiempo para decir: “madrugada!”. Pero el camino está marcado con cuatro estrellas y habrá que andarlo, con rumbo fijo.

credits

released November 15, 2007

La autoría de los temas (letra y música) es de Ezequiel Fascioli Sosa, salvo el 5 (de Osiris Rodríguez Castillos) y el 8 (de Eliseo Salvador Porta y Alfredo Zitarrosa). Los arreglos y la ejecución en violín son de Edison Mouriño.

Grabado en vivo en Sala Zitarrosa (Montevideo-Uruguay) el 15 de noviembre de 2007, por Gustavo Ruvertoni.
El tema 12 (extra) fue grabado en Estudio “Dos Reis” por Álvaro Reyes.
Mezcla y Masterización: Álvaro Reyes.
Diseño Gráfico: Ana Álvarez
Registro en AGADU 4378-2 (Junio 2009).
Fabricado por ORION (Industria Uruguaya).
Producción General: Ezequiel Fascioli Sosa

license

all rights reserved

tags

about

Ezequiel Fascioli Sosa Soriano Department, Uruguay

contact / help

Contact Ezequiel Fascioli Sosa

Streaming and
Download help

Report this album or account

If you like Ezequiel Fascioli Sosa, you may also like: